miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto en contra de la censura de internet

El manifiesto ha nacido como respuesta a informaciones como las siguientes:

* "Se ha abierto la puerta a la censura en la Red"
* Cultura bloqueará las páginas de enlaces P2P
* El Gobierno mete el corte de Red contra la "piratería" en la Ley de Economía Sostenible
* Involucionismo digital, la vergüenza de la democracia o el gobierno de Los Otros
* Proyecto de Ley de Economía Sostenible y los cortes de internet

Copia del manifiesto:

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:
  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.
Copiado de aquí: http://www.enriquedans.com/2009/12/manifiesto-en-defensa-de-los-derechos-fundamentales-en-internet.html

miércoles, 1 de julio de 2009

'Mi infierno es mejor que el tuyo'

En la sociedad consumista el que no se consuela es porque no quiere; se putean unos a otros sin pemitirse tiempo para sí mismos, para ser felices. Se conforman con pseudo-felicidades como por ejemplo ver puteado al prójimo o servir a la religión-adicción del consumismo, consumiendo con ella incluso la propia vida, si se pudiera.

¡Qué pérdida de tiempo, perder nuestro tiempo en compararnos con los demás! Gastamos el tiempo en tonterías y luego nos quejamos de que a nuestra vida le falta "algo" y que no sabemos qué. Claro, si no hemos regado nuestro propio jardín, ¿cómo van a crecer nuestras plantas? Pero como adictos o robots tontamente programados, aún así seguimos dedicando más tiempo a poner espinas en el jardín de los demás, o a compararnos con otros, que a regar nuestro propio jardín y disfrutar de los frutos sin comparaciones con nadie más.

Somos libres, cada cual se monta su vida como elige. ¡Pero sería absurdo quejarse de que algo va mal cuando somos nosotros mismos los que provocamos los acontecimientos que nos rodean día a día!

lunes, 4 de mayo de 2009

Masoquismo religioso (santidad y coprofagia)

Los tiempos cambian. En su tiempo estaba bien visto "acercarse a Dios" mediante la tortura del propio cuerpo, flagelándolo, hundiéndolo voluntariamente para forzarlo a la enfermedad, ya que consideraban el sufrimiento como divino y que acercaba a Dios.

Actualmente (sobre todo en los últimos doscientos años) hemos tendido a "maquillar" las biografías de personas antiguas, omitiendo los actos que dan asco en la época actual. Estas biografías "edulcoradas" sin duda son más agradables de leer, pero no deja de ser interesante (como dato histórico) conocer el lado oscuro de algunas de estas vidas.

En este sentido son interesantes libros como "Des saintes coprophages", de Gilles Tétard, libro que no está publicado en español, que yo sepa.

De que el masoquismo religioso tuvo un gran auge en su día, pocas dudas caben. Pero para comprender hasta qué punto era así, dejo unas breves pinceladas extraídas del libro "Nuestro lado oscuro", de Élisabeth Roudinesco:

Margarita María Alacoque (1) afirmaba ser tan delicada que la menor suciedad le revolvía el estómago. Sin embargo, cuando Jesús la llamó al orden, para limpiar el vómito de una enferma no se le ocurrió otra cosa que convertirlo en su alimento. En otra ocasión se introdujo en la boca los excrementos de una disentérica y subrayó que aquel contacto suscitaba en ella una visión de Cristo que la mantenía con los labios pegados a su herida: «Si tuviera mil cuerpos, mil amores, mil vidas, las inmolaría por seros sometida». (2)

(1) Santa Margarita María Alacoque (1647-1690): salesa francesa conocida por sus profundos éxtasis místicos vividos sobre todo en el convento de Paray le Monial.

(2) Nicole Pellegrin, «Corps du commun, usages communs du corps», en Histoire du corps, op. cit., vol. 1, p. 111. Gilles Tétard, «Des saintes coprophages. Souillure et alimentation sacrée en Occident chrétien», en Françoise Héritier y Margarita Xanthakou, Corps et affects, París, Odile Jacobm 2004, pp. 353-364.

Catalina de Siena (3) declaró un día no haber comido nada tan deleitoso como el pus de los pechos de una cancerosa. Y entonces oyó como Cristo le hablaba: «Mi bienamada, has mantenido por mí duros combates y, con mi ayuda, has salido victoriosa. Nunca ma has sido tan querida ni tan grata [...]. No sólo has despreciado los placeres sensuales, sino que has vencido a la naturaleza al beber con alegría, por amor a mí, un horrible brebaje. Pues bien, dado que has realizado un acto que excede la naturaleza, quiero darte un licor que excede la naturaleza». (4)

(3) Santa Catalina de Siena (1347-1380): tras haber permanecido en rebeldía contra su familia, entró en religión en las hermanas de la Penitencia de Santo Domingo. Cultivó los éxtasis y las mortificaciones y fue canonizada en 1461.

(4) Gilles Tétard, «Des saintes coprophages», op. cit. p. 355.


Vemos lo lejos que en algunos casos se llevó el ideal de mortificar el cuerpo, flagelar la carne. En el caso de las flagelaciones, si bien supuestamente la justificación era acercarse a Dios por medio del sufrimiento, con el tiempo se descubrió un placer implícito (de carácter masoquista) inmerso en ello:

Tras haberse considerado un rito de mortificación que perseguía transformar el cuerpo odiado en un cuerpo divino, la flagelación fue asimilada a un acto de desenfreno. Sobre todo por el hecho de que los penitentes -metamorfoseados en adeptos de una sexualidad pervertida- optaban ya no por azotarse la espalda, como quería la antigua tradición, sino la totalidad del cuerpo, y en especial las nalgas, receptáculo por excelencia de una potente estimulación erótica. Por lo demás, experimentaban un placer extremo en dejarse flagelar y azotar por sus íntimos.

En 1700, en su Histoire des flagellants, Boileau subrayó que la flagelación era «sexual» puesto que la «disciplina de la parte inferior [las nalgas] había sustituido a la de la parte superior [la espalda]». Y, para estigmatizarla como una desviación -y ya no sólo como un vicio, en el sentido cristiano del término-, se apoyaba en una obra médica, la primera en su género, dedicada a «el uso de los golpes en materia de sexo». Pero sobre todo denunciaba su feminización, ya que, según afirmaba, por entonces era practicada en secreto en los conventos de mujeres.

De la parte superior a la inferior, y luego de Sodoma a Gomorra, la flagelación, antes acto purificador, ya no era, pues, sino una práctica de placer, centrada en la exaltación del yo. Y fue en esta forma como se generalizó en el siglo XVIII entre los libertinos: Sade, uno de sus más fervientes adeptos, la asociaba con la sodomía.

En fin... A mí me da la impresión de que las autoridades religiosas validaban el flagelamiento cuando lo asociaban con sufrimiento. En cambio lo vieron mal en cuanto se puso en evidencia que podía conducir al placer... «Un ser humano disfrutando de placer, ¡Dios mío, evitémoslo!»...

Al margen de las referencias citadas arriba en las notas, la fuente principal de este post es el libro "Nuestro lado oscuro", de Élisabeth Roudinesco. Editorial Anagrama, 2009. Los dos primeros párrafos rojizos aparecen en la página 28, mientras que los otros tres párrafos rojizos aparecen en las páginas 36 y 37.

lunes, 20 de abril de 2009

Una cita de Jung

Los motivos internos brotan de una fuente profunda que no depende de la consciencia ni se halla bajo su control. En la mitología de los primeros tiempos, estas fuerzas se llamaban mana, o espíritus, demonios y dioses. Siguen tan activos en la actualidad como lo fueron siempre. Si se avienen a nuestros deseos, los llamamos corazonadas o impulsos... Si van en contra, decimos que se trata simplemente de mala suerte, o que ciertas personas están en contra de nosotros, o bien que la causa de nuestros infortunios debe ser patológica. Lo único que nos negamos a admitir es que dependemos de "poderes" que se hayan más allá de nuestro control.

C. G. Jung, El hombre y sus símbolos (1961)

sábado, 4 de abril de 2009

Debates a la japonesa (debates seminudistas...)

En Japón han encontrado la forma definitiva para atraer a toda la población (al menos a la masculina) a sus programas de debate. El vídeo da risa jejeje... pero algo así sería casi para hacerlo en plan serio, imaginadlo: tanto los hombres con inquietudes intelectuales como los que prefieren los placeres visuales-carnales tienen algo de su interés en este tipo de programa. Ahí va el vídeo:


Debate a la japonesa

¡Que os guste!

Encontré el vídeo aquí.

jueves, 2 de abril de 2009

Razonamientos acelerados (algo más que un cuento)

Nada que ver con sucesos reales... Es pura literatura... Pero la reflexión implícita en este relato es interesante jejeje...

RAZONAMIENTOS ACELERADOS

Y yo digo: Tengo razones para creer que mi mujer me engaña. Pido a Dios que no sea así, porque si no voy a matarla. Ayer la vi con ese tío... Sé que era ella. No voy a permitir que siga riéndose a mis espaldas. La voy a matar; tengo que matarla.

Digo yo: Una mujer murió ayer en la calle Canguro. Fuentes oficiales sospechan que fue asesinada, porque recibió 31 puñaladas. El asesinato se cometió, al parecer, entre las 3 y las 6 de la madrugada; o bien a las 12 del mediodía. La policía continúa con las investigaciones. No hay sospechosos, pero por algún sitio debe andar suelto un asesino, dice la policía.

Y digo yo: ¿La mato o no la mato? Porque si la mato... ¿Y si me pillan?

Yo digo: ¿Quién ha ganado las elecciones?

Y digo: La mejor hora para matarla es entre las 3 y las 6 de la madrugada; porque si la mato a las 12 del mediodía... ¡es de día! ¿Cómo la mato? Sí, claro; de un manotazo... pero la zorra de mi mujer tiene la piel muy dura. Compraré una pistola, o la robaré. O se la pido a mi abogado. Lo haré con una pistola, para estar más seguro de mi éxito.

Digo: Última hora. La mujer que murió ayer en la calle Canguro no murió de 31 puñaladas, como se había supuesto en un primer momento; murió de un disparo en la cabeza. En cualquier caso, la policía sigue pensando que se trata de un asesinato. Se descarta el suicidio, porque el arma del crimen se encontraba en la mano de la víctima.

Sigo diciendo: Si me llevo el arma pensarán que es un suicidio, así que se la dejaré en la mano. ¡Es perfecto! Mis planes son muy ingeniosos. Pero tendré que llevar cuidado de no dejar huellas en la pistola.

Diciendo sigo: Ahora mismo me comería una tableta de chocolate. El chocolate está muy bueno, siempre me ha gustado. Y ahora, que estamos en Navidad, ¿por qué no me voy a permitir un caprichito? Mejor no. Tomaré algo frío. Es porque, con este calor, igual se me deshace el chocolate. Casi mejor me voy a la playa, a tomar un poco el sol. Además, si cambio de idea y decido tomar chocolate, puedo tomármelo en la playa: aunque se me derrita, me da igual.

Ya digo: Quizá soy un exagerado. A lo mejor mi mujer no me engaña. Resulta que como soy muy celoso, en cuanto la veo con alguien me cabreo; se me atasca el cerebro y sólo pienso en matar a alguien. Cambiaré de plan. Primero, voy a matar al imbécil que vi el otro día con ella. Y luego le pregunto a mi mujer si se ha acostado con él. Pero mi nuevo plan tiene una pega: ya he matado a mi mujer.

Digo ahora: Voy a ver la tele; creo que voy a salir en las noticias. ¡Oh! Esto es una lavadora. Bueno, tengo la ropa un poco sucia...

Ahora digo: ¿Pueden traerme una tele, por favor? ¡Y que sea deprisa! ¡O de cualquier otra marca!

Digo ya: No he matado aún a mi mujer, pero en cuanto venga la mato. Le voy a pegar una patada en el culo que va a ver.

¿Diga?: Tomates no, gracias. Están demasiado dulces. Sal. ¡No, no les pongas sal! ¡Márchate de aquí! ¡Vete de aquí!

¿Quién?: ¡Mierda! Mi mujer no viene. Y yo aquí, sin testigos. Bueno, seré optimista. Quizá este retraso me proporcione el tiempo que necesito para conseguir un arma.

¡Ajá!: Es el crimen perfecto. En las películas siempre pillan al malo, pero nadie ha pensado en mi plan.

Me digo: ¡No quiero cebollas! ¡Me recuerdan a mi mujer! Me hacen llorar. Y es que, en el fondo, soy un sentimental.

Dígame: El arroz se mastica, si uno quiere, pero está bueno. De todas formas, no por mucho masticar... amanece... bueno, llega antes al estómago. ¿Qué digo?

¿Qué digo? La zorra de mi mujer...

Dígome a mí mismo: Un pastel de chocolate es muy saludable para la salud y para que el cuerpo y la mente estén saludables, o sea, llenos de salud. Además, puedo saludar con las manos mientras me lo como a la hora del desayuno, de la merienda o de la cena. O de la comida. O entre comida y comida.

Dígome yo a mí mismo: Pero como aquí no hay pasteles, pues mato a mi mujer. Tanto monta, monta tanto...

Dígome a mí mismo yo: ¡Coño, pero si yo soy médico! Pues nada, la mataré con el bisturí. Yo doy la salud y yo la quito.

Dígome yo, yo a mí mismo: Pero... ¿quién ha ganado las elecciones? Mi gato seguro que no...

Yo a mí mismo me digo: ¡Coño, un ovni! Pero no, no es. Me he confundido. Va demasiado deprisa para ser un ovni. Más bien parece una luciérnaga.

A mí mismo me digo yo: Son las 3 y aún no he matado a mi mujer. ¿Me estaré volviendo loco? No, si al final igual voy y la perdono. Sólo faltaría eso.

A mí: Un poquito de agua... Un terroncito de azúcar... Se remueve con la cuchara... ¡Y ya está! ¡Ya tenemos el agua azucarada! ¡Con la nueva fórmula asesina, se lo digo yo!

Mí mismo: Soy un balón de baloncesto. ¿Quién es ese negro que se me acerca? ¡Oh, es el mejor jugador del mundo! ¡Oiga, por favor, vóteme! ¿Qué he dicho?

Me digo lo mismo: ¿Cómo van las elecciones?

¡Coño!: ¡Ah, coño! ¿Qué ven mis ojos? ¡Mi mujer muerta! ¡Policía, bomberos, han asesinado a mi mujer! Con lo que yo la quería.

Malo...: A ver si porque yo tenga el cuchillo se van a creer que yo la he matado. Yo sólo le he dado el último pinchacito, para asegurarme...

Yo, yo: Voy al frigo y cojo todo el chocolate. Es por si me echan a mí las culpas, no vaya a ser que en la cárcel no haya chocolate.

Y yo digo: Yo soy el que manda, porque soy todo un líder. Supongo que todos obedecerán mis órdenes.

Digo: Me gusta el chocolate, tengo dotes de mando, soy un gran líder y, además, he matad... o sea, me llevo muy bien con mi mujer y somos un matrimonio perfecto.

Digo otra vez: Ultimísima hora. Fuentes gubernamentales han asegurado que ayer no hubo ningún asesinato. Por tanto, olvídense de las noticias anteriores, porque se ha descubierto científicamente que son falsas, puesto que no hay cadáver alguno, y mucho menos con 31 puñaladas; y aún menos con un disparo en la cabeza. Además la televisión no ha estado en el lugar de los hechos, por lo que se supone que todo es un rumor.

Digo yo: Ji ji ji. ¡Qué tontos son!

Digo: Pero es lógico. Yo soy el que manda. Yo soy el número uno.

Digo otra vez: ¡Yo no he votado! Voy ahora mismo a las urnas. Aunque igual no me dejan votar. Como era la semana pasada...

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Doctor Fernández, psiquiatra: No ha experimentado progreso alguno. Ni lo va a experimentar. Está como en otro mundo: habla mucho pero no escucha nada. No presta atención al exterior.

Timador legal: ¿Está usted seguro? Yo he mantenido algunas conversaciones con él.

Doctor Fernández, psiquiatra: Él parece escucharle, pero en realidad le importa un pimiento lo que usted le diga. Él le responderá lo que le dé la gana, independientemente de lo que usted le pregunte. Está aislado, como en un mundo propio.

Timador legal: Entonces... ¿qué va a hacer con él?

Doctor Fernández, psiquiatra: Es inútil mantenerlo en el centro. No existe ninguna terapia que le capacite para llevar una vida normal.

Timador legal: ¿Quiere decir que puedo quedármelo?

Doctor Fernández, psiquiatra: Por supuesto. No creo que sirva para otra cosa.

Timador legal: Muchas gracias. Si todo va bien, cuente con una subvención especial para su centro psiquiátrico... y para su cuenta bancaria, por supuesto.

Doctor Fernández, psiquiatra: Por supuesto.

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“Y yo digo: tengo razones para creer que este país tiene recursos suficientes para salir adelante porque, digo yo, ¿acaso no podemos potenciar nuestra industria con una política económica más acertada? Y digo yo: prometiendo os prometo que si gano bajaré los impuestos, al menos un poquito, porque no se trata de gastar más, sino de despilfarrar menos. Yo digo que si ganamos las elecciones no habré ganado yo, sino que habrá ganado el pueblo... Y digo que mataremos, ¡sí, mataremos!, mataremos y eliminaremos el terrorismo, las drogas y las delincuencias... digo que lloverá allá donde sea necesario, que subiremos las pensiones y que todas las navidades habrá turrones de chocolates gratis para los pobres de aquí y del resto del mundo... ... ...”.

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Timador legal: Ya os dije que con él de cabecilla ganaríamos las elecciones. Creo, amigos míos, que tenemos presidente para rato. ¡Viva nuestro partido!

Doctor Fernández, psiquiatra: Por cierto, señor vicepresidente. No vaya a olvidar que fui yo quien le descubrió y quien se lo presentó. Espero compensaciones...

Timador legal: Por supuesto, Fernández, por supuesto. Y tenía usted razón: no servía para otra cosa.

FIN

¿Qué es la femigogia?

El término femigogia resulta de la combinación de las palabras feminismo y demagogia. Considerando el feminismo como algo muy sano (luchar por los derechos de las mujeres), en cambio la femigogia incluye manipulación y discriminación, donde se busca no solamente ayudar a la mujer sino sobre todo dañar o rebajar a los hombres. Mientras el feminismo lucha por la igualdad de la mujer, la femigogia procura (aunque disimuladamente) crear superioridad para las mujeres: o sea, que las leyes, situaciones sociales, etc favorezcan siempre a la mujer, discriminando al hombre.

Una femigoga es quien adopta actitudes femigógicas. Un tipo de femigogas son las llamadas feminazis. Todas las feminazis son femigogas. Y aparte de las feminazis, hay otros tipos de femigogia, generalmente basados en la "victimitis" (nada que ver con las feministas sanas, que se quejan de las discriminaciones reales y no de hechos manipulados subjetivamente).

Para leer un poco acerca de lo que es una feminazi, ir aquí. Las feminazis son el mejor ejemplo de femigogia.

domingo, 29 de marzo de 2009

Nada que decir... pero si ha de decirse, se dice

El tiempo no es una realidad objetiva. Nada ha sucedido; nunca jamás. Este es el chiste de la historia del mundo. Todo lo que se dice acerca del mundo es una interpretación subjetiva.

jueves, 26 de marzo de 2009

¿Sería razonable legalizar en determinadas circunstancias la necrofilia y el canibalismo?

Para mí es obvio que en determinadas circunstancias sí sería razonable. Si nos dejamos llevar por los prejuicios naturalmente que todo esto parecerá un disparate, pero si analizamos estos temas con fría neutralidad, valiéndonos de una racionalidad imperturbable, podremos captar algunos matices diferentes. Armados con la razón podemos mirar directamente a los ojos de estas desviaciones, sin perder la compostura ante el horror desatado por nuestros prejuicios.

Llamaré desviaciones tanto a la necrofilia como al canibalismo (usando el término desviación con una intención estadística -se desvía de lo estadísticamente normal en la población- y no con connotaciones prejuiciosas).

Creer que la necrofilia o el canibalismo son tabús acerca de los cuales no hay margen para debatir, es una creencia no sólo prejuiciosa, sino que tiene la misma poca importancia racional que las creencias religiosas: es un asunto de fe, entendida la palabra fe en este caso como creencia irracional. O sea, llamo fe a las creencias que no se sostienen por argumentos racionales, sino por otros motivos (religiosos, emocionales, prejuicios culturales, etc).

¿Qué tenemos contra la necrofilia? Generalmente lo primero que nos sucede es que nos da asco (en realidad el asco no es un argumento racional). Pero imaginemos que existen personas a las que no les da asco rozarse con cadáveres. ¿Podemos negarles que sigan sus inclinaciones? En la práctica sí: nuestras mentes buscarán justificaciones para frenar esas acciones "saturadas de horror". Nuestra mente sugerirá que es una falta de respeto a la persona fallecida; que la persona fallecida al no poder dar su consentimiento estaría, en cierto modo, siendo violada "póstumamente".

Bien, lo anterior es comprensible. Pero supongamos el caso de que una persona en posesión de sus facultades mentales normales (descartamos a los deficientes mentales, a los psicóticos, etc) decidiera donar su cuerpo cuando fallezca. Hay quienes donan su cuerpo a la ciencia (habitualmente a las facultades de medicina). ¿Y si alguien deseara donar su fallecido cuerpo a un necrófilo o a un club de necrófilos? Imaginemos ese caso. Muchos dirían que sólo una persona loca podría hacer eso. Pero es erróneo descartar con la etiqueta "locura" aquello que desafía nuestros prejuicios.

¿Qué motivos tendría una persona sana para donar su cuerpo a un club de necrófilos? Ciertamente se me ocurren varios: para hacer un último chiste; para desafiar a aquellos criticones que pretenden prohibir todo aquello que no concuerda con sus prejuicios; por amor a algún necrófilo conocido que hubiera salido "a tiempo" del armario de los necrófilos (jejeje); incluso por un mero capricho. Después de todo, ¿acaso no cabe dudar también del estado mental de aquellos que se vuelcan con otros sucesos más admitidos? Por ejemplo, ¿acaso no podemos dudar del estado mental de quienes se privan de placeres por miedo a un más allá infernal tras la muerte, o por deseo de una recompensa de paraíso celestial? Quizás podemos dudar del estado mental de tales personas (que son millones y millones), pero eso serían también prejuicios. Y me parece más generoso permitir a estas personas ("religiosas") privarse de placeres por creencias determinadas: tienen derecho a hacer lo que quieran con sus vidas, incluso a ser masoquistas pasivos (eso es privarse del placer). Del mismo modo, los necrófilos también tienen derecho a hacer lo que quieran con sus vidas siempre que no se entrometan en la vida de nadie sin previo consentimiento. Y si un "alma" generosa se ofrece a donar su cuerpo para la causa, una vez haya fallecido... ¿dónde estaría el problema aparte de en los prejuicios culturales? ¡Pues eso!

Por otro lado la necrofilia ofrece un surtido de variedades y, como cualquier otra práctica, algunas de ellas más suaves: la atracción sexual hacia un cadáver recien fallecido, por ejemplo. De hecho esto no es algo tan lejano a algunas personas. Imagina a la actriz que más te guste físicamente. ¿Sentirías alguna excitación, por pequeña que sea, si ella aceptara tener sexo contigo estando dormida? (por ejemplo, ella podría tener ese capricho, de drogarse y que alguien la poseyera, y te ofreciera ser tú el elegido). Bien, pues si eso te excita lo más mínimo, esa imagen tiene un pequeño punto de contacto con la necrofilia. La misma actriz recién fallecida sería una situación semejante, incluso en la temperatura del cuerpo (que a continuación iría descendiendo); diferirían ante todo en la falta de respiración.

Otro tipo de necrofilia es sentir excitación sexual ante una mano de muerto (o cualquier parte del esqueleto), o al pensar en ello. En fin, lo que está claro es que en una pareja necrófila, la persona muerta nunca va a experimentar ningún dolor ni trauma. Y la persona viva es el necrófilo: él sabrá lo que hace...

Por otro lado existe la necrofilia "light", por ejemplo aquellas personas que sienten excitación ante la muerte o la violencia, incluida la que ven en las películas, videojuegos, etc. Millones de personas son necrófilos "light" sin saberlo o haberlo pensado seriamente...

Con el canibalismo también hay muchos prejuicios. Supongamos también el caso de que una persona con la posesión normal de sus capacidades mentales dona su cuerpo (cuando muera) a un club de necrófilos, pero pide como condición que después de mantener relaciones sexuales, se lo coman. O dona su cuerpo directamente a un club de caníbales. ¿Los motivos? Esta persona los sabrá... eso es algo íntimo. Quizás quiera contribuir con su cuerpo fallecido a alimentar al mundo, incorporándose a otras personas. Esto no me parece más ni menos horroroso que la donación de órganos, que viene a ser lo mismo. El matiz es que donar órganos tiene una función utilitaria, mientras que ofrecer el cuerpo como alimento más bien es una donación por placer (excepto si retrocediéramos a las épocas de escasez de alimentos). Sin embargo, ¿qué hay de malo en que haya una motivación de placer? Con la homosexualidad y la heterosexualidad hay una relación semejante: la heterosexualidad es más "utilitaria" (considerando la reproducción como algo "útil") mientras que la homosexualidad podría motivarse a menudo por un deseo de placer (dejemos el amor aparte, como cuestión semi-religiosa jejeje... o de lo contrario tendré que escandalizar diciendo que también hay amor en las relaciones caníbales y necrófilas).

Sospecho que el canibalismo y la necrofilia se prohíben no por argumentos racionales, sino por mera repugnancia irracional. Y la repugnancia no es un motivo racional que justifique el prohibir a los necrófilos y a los caníbales que hagan sus vidas como prefieran, siempre y cuando no dañen a nadie sin previo consentimiento.

Hay mucha más tela que cortar, pero lo voy a dejar casi aquí. Sólo mencionaré un par de cosas más. Imaginemos que alguien (siempre hablo de alguien en posesión de sus facultades mentales normales) dona su mano a un caníbal, no tras la muerte sino en vida. La mayor parte de la sociedad protestaría con horror, pero eso son prejuicios, ¿qué argumento racional hay para prohibir a dos personas que deciden cortarse y compartir sus respectivas manos? (Lo mismo podría hacerlo una sola persona: un caníbal cortándose y cocinando su propia mano, lo cual suena a incesto caníbal, pero tampoco veo nada malo contra el incesto, prejuicios aparte). El prejuicio proviene quizás en parte de que nos ponemos en su lugar; y nos duele pensar en que fuese nuestra mano. Pero si esa persona tiene otra idea al respecto... y tratándose de su mano, de su propio cuerpo... ¿por qué tenemos que meter nuestras narices en su vida? Y lo mismo me vale cuando metemos nuestras narices a la hora de prohibir el tabaco (salvo que el motivo sea el humo, ya que eso sí nos afectaría) o las drogas, o el nudismo, o cualquier actividad donde uno haga algo sin dañar a otros (¡al menos sin previo consentimiento!), incluso si uno decide dañarse a sí mismo (como sucede al fumar).

Conclusión: la mía ya la sabéis. La vuestra...

lunes, 23 de marzo de 2009

Alien y Predator jugando al billar y al ajedrez



Me han hecho gracia estas imágenes. Los dos monstruitos, Alien y Predator, en plan juguetón, jugando tranquilamente al billar y al ajedrez. Visto en: Mangas Verdes

jueves, 19 de febrero de 2009

Todo está bien

Todo lo que sucede está bien. Sea lo que sea. Disfruta.

jueves, 5 de febrero de 2009

El coño, el culo y el pene se desgastan

Soy hedonista y egoísta, adoro el placer. Me gusta la promiscuidad, siempre he hablado bien de ella, y no refiriéndome sólo a la promiscuidad sexual, sino en general: intercambio de ideas, de sensaciones, de sexo, de dinero, de lo que sea.

Sin embargo me he dado cuenta de una cosa: al contrario que el dinero (que cuanto más lo usas, más placer da), el coño, el culo y el pene se desgastan con el uso, sobre todo con el uso excesivo. Un coño, un culo penetrados a destajo, llega un momento que se "inmuniza" contra las sensaciones más sublimes, se "encallece". La persona penetrada ya no siente lo mismo, no se excita igual. Un pene demasiado rozado ya no ofrece las prestaciones del pene ideal.

Es por eso que me declaro partidario de la "monogamia restringida" (entendiendo monogamia en un sentido amplio, no en el sentido "patriarcal" sino independientemente del sexo de las personas implicadas). Me di cuenta de que para poder disfrutar al máximo el placer sexual, lo ideal es que mis parejas sean monógamas hacia mí. Lo ideal es que follen poco, a ser posible sólo conmigo. De esa manera su sensibilidad estará a flor de piel cuando interaccionemos.

Es un placer añadido el constatar que mis chicos y chicas (soy bisexual) me guardan sus culos y coños sólo para mí. Esto no siempre funciona, pero claro, estamos hablando de un ideal: rara vez se alcanza la perfección jejeje

Y tampoco hago una regla de esto. Es un ideal, difícil de alcanzar. Pero cuando ocasionalmente sale bien, la gozada es inmensa el tiempo que dura.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Vídeo de una profesora acostándose con un alumno de 18 años

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